La persistencia de Kerner

La persistencia de Kerner
- La persistencia de *KERNER* -

martes, 29 de diciembre de 2015

El Principito no tiene fecha de caducidad, ¡caretitas!


Fragmento del libro de Antoine de Saint-Exupéry que me pegó más que Krupoviesa a Montenegro




-¡Buenos días! -dijo el zorro.


-¡Buenos días! -respondió cortésmente el principito que se volvió pero no vío nada.


-Estoy aquí, bajo el manzano -díjo la voz.


-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!


-Soy un zorro -dijo el zorro.


-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!


-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.


-¡Ah, perdón! -dijo el principito.


Pero después de una breve reflexión, añadió:


-¿Qué significa "domesticar"?


-Tú no eres de aquí -dijo el zorro- ¿qué buscas?


-Busco a los hombres -le respondió el principito-. ¿Qué significa "domesticar"?


-Los hombres -dijo el zorro- tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían gallinas. Es lo único que les interesa. ¿Tú buscas gallinas?


-No -díjo el principito-. Busco amigos. ¿Qué significa "domesticar"? -volvió a preguntar el principito.


-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa "crear lazos... "


-¿Crear lazos?


-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...


-Comienzo a comprender -dijo el principito-. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...


-Es posible -concedió el zorro-, en la Tierra se ven todo tipo de cosas.


-¡Oh, no es en la Tierra! -exclamó el principito.


El zorro pareció intrigado:


-¿En otro planeta?


-Sí.


-¿Hay cazadores en ese planeta?


-No.


-¡Qué interesante! ¿Y gallinas?


-No.


-Nada es perfecto -suspiró el zorro.


Y después volviendo a su idea:


-Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará llena de sól. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.


El zorro se calló y miró un buen rato al principito:


-Por favor... domestícame -le dijo.


-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.


-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!


-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.


-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio ún poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...


El principito volvió al día siguiente.


-Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que vinieras a la misma hora. Si vienes, por ejempló, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.


-¿Qué es un rito? -inquirió el principito.


-Es también algo demasiado olvidado -dijo el zorro-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra. Entre los cazadores, por ejemplo, hay un rito. Los jueves bailan con las muchachas del pueblo. Los jueves entonces son días maravillosos en los que puedo ir de paseo hasta la viña. Si los cazadores no bailaran en día fijo, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.


De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida:


-¡Ah! -dijo el zorro-, lloraré.


-Tuya es la culpa -le dijo el principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...


-Ciertamente -dijo el zorro.


- Y vas a llorar!, -dijo él principito.


-¡Seguro!


-No ganas nada.


-Gano -dijo el zoro- he ganado a causa del color del trigo.


Y luego añadió:


-Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalaré un secreto.


El principito se fue a ver las rosas a las que dijo:


-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Nadie las ha domesticado ni ustedes han domesticado a nadie. Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.


Las rosas se sentían molestas oyendo al principito, que continuó diciéndoles:


-Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mí rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.


Y volvió con el zorro.


-Adiós -le dijo.


-Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.


-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.


-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.


-Es el tiempo que yo he perdido con ella... -repitió el principito para recordarlo.


-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...


-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo.

domingo, 5 de abril de 2015

Un Señor Puuuueeeemaaaaa

Hoy es algo cortina la entrada que voy a hacer, casi como un puntapié de porcino (cuac).


La cuestión es que el otro día leyendo por la internéte me encontré con Vicente Huidobro, para el que no lo conoce aún es un poeta chileno con obras muy interesantes, al menos para mí.


Y lo que me pasó es que cuando leí 'Balada de lo que no vuelve', me gustó tanto que pensé en hacer una entrada en el blog para compartirlo.Y bueno, a eso se debe la entrada y la brevedad de la misma.



Balada de lo que no vuelve
Vicente Huidobro
Venía hacia mí por la sonrisa
Por el camino de su gracia
Y cambiaba las horas del día
El cielo de la noche se convertía en el cielo del amanecer
El mar era un árbol frondoso lleno de pájaros
Las flores daban campanadas de alegría
Y mi corazón se ponía a perfumar enloquecido

Van andando los días a lo largo del año
¿En dónde estás?
Me crece la mirada
Se me alargan las manos
En vano la soledad abre sus puertas
Y el silencio se llena de tus pasos de antaño
Me crece el corazón
Se me alargan los ojos
Y quisiera pedir otros ojos
Para ponerlos allí donde terminan los míos
¿En dónde estás ahora?
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu presencia?
Me crece el corazón como una esponja
O como esos corales que van a formar islas
Es inútil mirar los astros
O interrogar las piedras encanecidas
Es inútil mirar ese árbol que te dijo adiós el último
Y te saludará el primero a tu regreso
Eres sustancia de lejanía
Y no hay remedio
Andan los días en tu busca
A qué seguir por todas partes la huella de sus pasos
El tiempo canta dulcemente
Y si mis ojos os dicen
Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto
Ellos podrían también deciros
Cuánta vida he muerto y cuánta muerte he vivido

¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos espectros!
La noche ha dejado noche en mis cabellos
¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?
¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?

Cuando las piedras oyen mi paso
Sienten una ternura que les ensancha el alma
Se hacen señas furtivas y hablan bajo:
Allí se acerca el buen amigo
El hombre de las distancias
Que viene fatigado de tanta muerte al hombro
De tanta vida en el pecho
Y busca donde pasar la noche

Heme aquí ante vuestros limpios ojos
Heme aquí vestido de lejanías
Atrás quedaron los negros nubarrones
Los años de tinieblas en el antro olvidado
Traigo un alma lavada por el fuego
Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis
Traigo un cristal sin sombra un corazón que no decae
La imagen de la nada y un rostro que sonríe
Traigo un amor muy parecido al universo
La Poesía me despejó el camino
Ya no hay banalidades en mi vida
¿Quién guió mis pasos de modo tan certero?

Mis ojos dicen a aquellos que cayeron
Disparad contra mí vuestros dardos
Vengad en mí vuestras angustias
Vengad en mí vuestros fracasos
Yo soy invulnerable
He tomado mi sitio en el cielo como el silencio

Los siglos de la tierra me caen en los brazos
Yo soy amigos el viajero sin fin
Las alas de la enorme aventura
Batían entre inviernos y veranos
Mirad cómo suben estrellas en mi alma
Desde que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido

¿Cómo podremos entendernos?
Heme aquí de regreso de donde no se vuelve
Compasión de las olas y piedad de los astros
¡Cuánto tiempo perdido! Este es el hombre de las lejanías
El que daba vuelta las páginas de los muertos
Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre
El que andaba de un lado para otro
Desesperado y solo en las tinieblas
Solo en el vacío
Como un perro que ladra hacia el fondo de un abismo

¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos!
Los que habéis tocado mis manos
¿Qué habéis tocado?
Y vosotros que habéis escuchado mi voz
¿Qué habéis escuchado?
Y los que habéis contemplado mis ojos
¿Qué habéis contemplado?

Lo he perdido todo y todo lo he ganado
Y ni siquiera pido
La parte de la vida que me corresponde
Ni montañas de fuego ni mares cultivados
Es tanto más lo que he ganado que lo que he perdido
Así es el viaje al fin del mundo
Y ésta es la corona de sangre de la gran experiencia
La corona regalo de mi estrella
¿En dónde estuve en dónde estoy?

Los árboles lloran un pájaro canta inconsolable
Decid ¿quién es el muerto?
El viento me solloza
¡Qué inquietudes me has dado!
Algunas flores exclaman
¿Estás vivo aún?
¿Quién es el muerto entonces?
Las aguas gimen tristemente
¿Quién ha muerto en estas tierras?
Ahora sé lo que soy y lo que era
Conozco la distancia que va del hombre a la verdad
Conozco la palabra que aman los muertos
Este es el que ha llorado el mundo el que ha llorado resplandores

Las lágrimas se hinchan se dilatan
Y empiezan a girar sobre su eje
Heme aquí ante vosotros
Cómo podremos entendernos Cómo saber lo que decimos
Hay tantos muertos que me llaman
Allí donde la tierra pierde su ruido
Allí donde me esperan mis queridos fantasmas
Mis queridos espectros
Mirad me os amo tanto pero soy extranjero
¿Quién salió de su tierra
Sin saber el hondor de su aventura?
Al desplegar las alas
El mismo no sabía qué vuelo era su vuelo

Vuestro tiempo y vuestro espacio
No son mi espacio ni mi tiempo
¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su andar?
Es el que vuelve con un sabor de eternidad en la garganta
Con un olor de olvido en los cabellos
Con un sonar de venas misteriosas
Es este que está llorando el universo
Que sobrepasó la muerte y el rumor de la selva secreta
Soy impalpable ahora como ciertas semillas
Que el viento mismo que las lleva no las siente
Oh Poesía nuestro reino empieza

Este es aquel que durmió muchas veces
Allí donde hay que estar alerta
Donde las rocas prohíben la palabra
Allí donde se confunde la muerte con el canto del mar
Ahora vengo a saber que fui a buscar las llaves
He aquí las llaves
¿Quién las había perdido?
¿Cuánto tiempo ha que se perdieron?
Nadie encontró las llaves perdidas en el tiempo y en las brumas
¡Cuántos siglos perdidas!

Al fondo de las tumbas
Al fondo de los mares
Al fondo del murmullo de los vientos
Al fondo del silencio
He aquí los signos
¡Cuánto tiempo olvidados!
Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?
¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?
¿En dónde estabas? ¿En qué alturas en qué profundidades?
Andaba por la Historia del brazo con la muerte
Oh hermano nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie puede tocar
Más que el árbol te gustará callar.


Y como una especie de bonus track voy a dejar esta frase suya que me gusta mucho y que trato de llevarla a la práctica: 


"Si no hiciera una locura al año... me volvería loco"



Sin más, los saluda atentamente

Zenón de Oroño y Córdoba

viernes, 23 de enero de 2015

Los medios de comunicación me vuelan la mente ♪

¡Sí! ¡y un día volví! Como Alf, como Perón, como Aimar, como Locomia, como Obligado *aah no, ese no*


Para todos aquellos que me creían hundido en las espesas tinieblas del inframundo de Hades (no me gusta porque tiene soja), o simplemente hibernando del mundo blogger (sí, soy así, hablo en difícil); paso a contarles que no estaba muerto, estaba de parranda (?).
Bueh, dejando la pavada de lado, y fuera de lo que es mi vida personal, a pesar de que todos quieran escucharla -of course-, hoy vamos a tocar un tema un tanto controversial (como suelo hacerlo yo que soy re picante).


El tema en cuestión es como de repente, un día, de un momento a otro, un simple canal de información, desde un medio de comunicación, instaura un tema y tooooodaa la sociedad habla de ello hasta el hartazgo o hasta quedar dado vuelta, haciendo la vertical en medias y boxer (bombachudo caso de las féminas *termino Silviosoldanesco*)
y tocando sensualmente un póster de Lidia Catalano (Googleenla y después vengan de a uno si no creen que es la doncella más bella de la galaxia, ¡Ignorantes!).


       
                 
LIDIA, tu risa e' la magia de lo' rockanrole'!


La cuestión es que nuestros temas de conversación, con los cuáles nos indignamos, alegramos, acongojamos, etcétera, nos los va imponiendo Santo Biasatti o Pepe Gil Vidal (nombre para tomar en serio si los hay).
Entonces mañana salimos a la calle y todos hablamos de cómo le fracturaron el tabique en un corner a Caramelito, de ahí pasamos a como duele vivir sin Chespirito, despues simplemente de cómo matan a sangre fría hoy en día, hasta terminar comentando el video del cachorro que todos los días, a las 20:00, mira Telenoche y se clava un sanguche de mortadela con una copita de moscato tibio.


En fin, todo esto visto desde mi ciudad, me hace querer irme a acampar 25 años a Realicó y vivir comiendo raíces.

 


Algo así ---->











Algo que no pretendo ocultar es mi desagrado hacia las grandes urbes. No es que me haya vuelto un Aristóteles siglo XXI, pero es un pensamiento constante y muy presente en mi ser (citrus).
 



*¡SSSSIIIIII MAAAMAAA!, ¡DESCUBRÍ CÓMO PONER IMÁGENES ACÁ!*





Para finalizar, quiero sugerir una simple tarea hogareña cotidiana. Se trata de, sencillamente no ver el noticiero, la repetición del noticiero, la trasnoche del noticiero, ver qué dice el club de fans de el conductor del noticiero; y dejar que la vida nos lleve un poco hacia la incertidumbre de lo que sucede a cada instante, segundo a segundo. Hasta que venga el portero de áquel edificio *señala un lavarropas como si fuese el Chateau Libertador*, nos diga que Cavenaghi hizo un gol de pinchila y encima olímpico; y que Mújica donó un fémur a un nene porque se cayó de un tobogán en Paysandú.





Bueno, después de tamaña revelación [este blog es la meca de la sabiduria, y lo digo yo que soy re pistola **], los dejo en paz, para que procesen estas verdades incontenibles y lleven a la práctica mis enseñanzas (¡paraaaa! ¡yisus!).
Y de paso, ya que estamo' (diría un rosarino), les dejo un tema bien arriba pa' despedirme:




Y uno más de una banda que me vuela el marulo:






Sin más, los saluda atentamente

Crates de la cuenca del Saladillo